Remisson

Poema JARDÍN de Remisson Aniceto

Acerquémonos, pues, querida, en medio del camino, soñando  nuevos y viejos sueños, que todavía ellos –los sueños– no tienen edad … Seamos niños en un jardín de rosas porque quiero quedarme contigo en la tierra y dar gloria a las otras flores más pequeñas que tú, querida y menos bellas. ¡Gloria a ti, Rosa! Quiero sentir tu perfume, acariciar tus ramas y poco a poco llenar de besos tus hermosos pétalos, tus ojos, tu pelo, tu cuerpo, mi refugio… Tú y yo, un jardín de sueños donde me alimento alimento alimento con tu aroma de sol y de luna en el rocío de la mañana… Y contigo son dulces mis días y mis noches, dulce mi vida. ¿Sueño? ¿Y por qué, Dios mío, este sueño, como muchos otros y para mi mayor gloria, no puede convertirse en realidad?