A. Cuenca

El mundo, el amor y rencores

Oh! mundo, del cual en presencia me distancio por tus controversias,

Estas lleno de rencores y de almas sin amor, y en mi desacuerdo con tus habitantes.

me hago a un lado para llorar con mucho dolor,

dolor por verte cruel, dolor por tu indiferente sentir,

dolor por haber amado y amar tanto y sin medida

…y hoy saber que el amor en este mundo se disuelve tan fácilmente como comenzó.

Todo es superficial, no hay valores más que los banales.

Se admiran cuerpos esbeltos, la simple carne sin mirar el alma que la respalda.

 

…y la rueda de la vida gira, tan solo gira, estancada en nosotros mismos,

con el egoísmo de ver solo por nosotros, y no por todos al unísono.

…y aquí yacemos, sin aprender la lección vital universal,

que nuestra capacidad de amar es lo que tenemos en el presente,

lo único que nos llevamos al futuro y a la eternidad.

Vivimos llevándonos todo por delante y solo miramos hacia atrás para llamar rencores,

arrastrándolos a la fuerza hacia nuestro presente para no poder perdonar.

 

Y aquí a este mundo vine, aquí vinimos los dos, que desde hace años éramos cuatro,

Pero hoy no somos ninguno, aplastados por el desarme familiar,

con cimientos que dices desgastados mientras yo sigo construyendo,

tanto amor en vano…tanto amor en vano… y ahora por amor tener que también callar.

 

Llego a lo que una vez fue nuestro hogar, hogar lleno de saltos, pero hogar al fin y al cabo.

…y puerta adentro huele a tristeza, huele a dolor.

He llorado tanto tu ausencia!!!

Lleno de un amor que no puedo despechar y que no tiene manera de olvido;

cuatro paredes encierran este envase egoísta, que no puede superar el haberte perdido

 

En nuestro comienzo mi alma sentía mucha euforia;

aquellas mariposas que llenaban mi pecho ese día de conquista;

hoy detrás de tanto amor y sentimientos que tienen tanta historia,

y luego de afirmar mi amor por ti a lo largo de esos hermosos años,

las muy traicioneras se transforman en bichos con mandíbulas enormes,

para comer desde adentro a quien la albergó y les dio un lugar donde vivir feliz.

 

…y una historia de amor ha llegado involuntariamente a su fin.

…y la mancha ahogada de mi almohada, sola y angustiada no para de expandir mi sufrir.

Ya van días que parecen años…pero por tu parte el frió superó a mi calor,

y hoy en llantos me obligo a llorar sintiendo este gran desamor que tu me haces sentir.

 

Amor mío!, vuelve a casa! Vuelve ya!

Que quienes te amamos te esperamos de brazos abiertos,

 y sin egoísmos ni indiferencias escondidas, seré quien siempre quise ser,

sin mochilas ni la necesidad de esperar para aprender, que sin ti la vida NO sigue igual.

 

Ayyy! Almita mía, que albergas lo que nadie puede ver,

llena de sentimientos puros que eran alegría, hoy sofocando mi existir,

Y nadie más que uno mismo parece darse cuenta que tan solo al tú no estar,

no somos nadie, no somos nada, ni siquiera somos la mitad;

dejando sin protección a nuestra descendencia,

has abandonado el único amor que vale, el amor que no sabe de errores ni rencores

ese amor que todo lo puede y nada abandona,

el verdadero amor, el amor Universal…

A.Cuenca.