azazz

Alzheimer

Y nos sorprendió la luz divina

antes fue la cómplice noche

sin mayor esfuerzo tuyo

sin menor resistencia mía.

 

Anclábamos en nuestras memorias

secretos antes inconfesables

\"Tu carita de exitación

ni el peor de los alzheimer podrá borrar\"

 

Fue la promesa de tu boca, casi susurrando,

lo que me hizo temblar.

El frío de aquella noche

en nada alivió el fuego de nuestros cuerpos.

 

Ellos que sin roce alguno

mucho decían...

mucho sentían...

¡oh! mas pedían.