A. Cuenca

El verdadero amor

Van pasando los días y no veo tu retorno,

sigues pensando en el alivio de haberte alejado,

sin darte cuenta que mientras disfrutas de tu libertad irreal,

la prisión verdadera existe solo en nuestro cuerpo,

es quien está atado a nuestros vicios y falta de conciencia.

 

La vida se torna muy triste cuando aprendes que no tiene garantía

que el amor en este plano puede ser muy superficial,

que todos somos parte de errores que nos hacen rencorosos,

y que solo pocos logran despertar a la realidad;

de que somos seres imperfectos, buscando aprender a amar de verdad.

 

He intentado que entendieras que sé haber errado,

pero también debes saber que nada tuvo alguna mala intención,

son muchos años a tu lado que no son costumbre,

mas bien son por el amor que nunca dejé de sentir.

 

A veces el egoísmo es parte de un pasado que creyó ser parte del amor,

y sin ese egoísmo encima; el que sabe que te has ido y no te puede ni debe apresar;

te digo que he entendido que todos tenemos distintas maneras de pensar.

 

Quisiera que entendieras, que no hay maldad en mí,

que nunca te he engañado; simplemente porque yo no soy así;

que nunca he disfrutado tanto serte fiel,

ese es quien siempre fui, y quien siempre he de ser.

 

Ahora solo faltas tú, que entiendas al amor detrás de lo logrado,

y que valoremos juntos lo que hemos sentido y amado

para darle fin a sueños inconclusos, y con lo que ya tenemos comenzar a construir,

sobre cimientos firmes de amor, el grandioso amor que nos queda por vivir. A.Cuenca.