Donaciano Bueno

Tiempo...

¡Ay, ahora el tiempo ya para mi no existe!

si al horizonte miro y no descubro nada,

los proyectos ya dormitan en mi almohada

bajo suaves plumas de su mirada triste.

 

Es en las noches que hasta el sueño se resiste

y en la vigilia sólo hay luz omnubilada,

adormilado el tiempo al devenir asiste

esperando asomar de nuevo en la alborada.

 

Muertos los sueños, di ¿la vida en qué consiste?

si la realidad anda triste, atormentada,

si de ilusión nuestra existencia no se viste

y por las noches la luna luce apagada.

 

Hoy a mi reloj de arena la vuelta he dado

para asi poder comprobar cuanto me queda

sin distraer, para ello los otros he guardado,

no pienso, no quiero mirarlos mientra pueda.

 

Tiempo, que miserable fuiste en el pasado

tu, tan tacaño sobretodo en primavera

¿qué hice yo para que de mi te hayas vengado

y sin piedad no me adelantes qué me espera?

 

Despiadado, de sensibilidad ausente,

eres maligno, cruel, indigno y vanidoso,

yo te maldigo, tiempo, por impertinente

y a los infiernos te condeno por moroso.