dionisiojemg

Tornar Taciturno

Ella se planta enfrente,

y le mira y le habla.

Y le pone caras,

le llama por su nombre,

le abanica las pestañas

y le respira extrañeza.

 

Luego le grita y le pega,

llora y se conmueve.

Cuando se cansa le consiente,

luego regresa y se vuelve a ir,

y le suspira rezos al oído,

le acaricia y se desentiende.

 

Y  a veces le odia,

y le condena, y le reprocha.

Otras le quiere, le añora,

y lo espera desnuda,

y le da a beber sus senos,

le besa le pecho,

le toma la mano

y le miente al estremecerse.

 

Al otro día le habla,

Y no hay nada.

Y de nuevo llora,

le habla del sueño,

y le besa la boca,

y le camina en la cara

y sus pies no le tocan.

 

 

Ella no le habla,

Y le araña fiera,

y le parte la risa,

le estruja y le hiere.

Le pide que la toque,

que la mate y termine,

le destruye, y le ignora,

y ya no hace nada más.

 

Al final se sienta,

silente y de ojos negros.

Él se planta enfrente,

y le mira y le habla…