EPEV- Poerrante

VATICÍNAME

 

A Humberto.

Y entro a la casa, silencioso, cabizbajo,

con un dolor en el pecho, que sólo me

alienta a escribir.

 

Hoy me contaste

del robo en que fuiste victima ayer

jamás pude prever

que en mi te confesaras…

 

largos años jodiendo

en tus caminos confiscados

por pasos de nuevos alocados

que tal otrora tú, al robo armado,

siempre fuiste un desalmado…

 

Atónico me has dejado

apenas entraba al portón, llaves en mano,

vi luz del faro apagado

cuan honor que duele dentro

el hombre que fue ladrón

ahora es un… ladrón robado

 

Explícame…por favor, dime

tú que conoces el barrio

a cada flor de geranio y del cactus milenario

que sabes que el mercenario

es sicario desalmado

que mueve su pie al frente

junto a su rifle de asalto

y sólo mira en el bolsillo

cuánto dinero le han dado

 

Explícame, si…dime

en donde quedo yo parado,

común hombre de pueblo

anegado del trabajo

quien jala con la escardilla

la bondad del suelo labrado.

 

Desconocedor de los entuertos

de tus caminos trazados,

éste, al que sólo subjetivamente,

algunos rumores han llegado

hablando de las taparas

de mengano y de zutano

aquellos en que una vez,

sus centavos le has robado.

 

Por ello, te escucho y te omito

pagas facturas atrasadas;

el hombre por sus trastadas

tiene destino maldito

y por más que llegue al finito

de sus días de campañas

siempre sus malas mañas

pagará antes de qué…

de éste mundo,

definitivamente… se haya alejado.

 

EPEV.marz2014.