Teresa Ema Suárez

Mis alas...

Mis alas...

 

 


Mis alas que tornadas ante el sol eran su brillo,
quebradas al mirarse en su lejano idilio,rozando
cada parte del cuerpo de las flores, ni amante, ni labriego,
solo mudas y esbeltas se llenaban de Amores.
El cielo fue testigo de tanto andar sin viento, donde cruje
sin miedo, el mas cálido paso, de un niño con descuido.
Donde jugar sabían cada uno de ellos, ser amigos traviesos,
con luz, sombras, testigos...de ser solo alegría dentro
de un campo inerte, sol que me derretería mis alas,
ante el sabor amargo de lo ausente.
Pero como ese niño que corre con descuido, pues su miedo
no existe, pues su inocencia es virgen...así mis nuevas alas,
se frotan entre el sueño, de saberme pequeña, ante tanto cielo.
Volar...volar sin miedos, sin temerle al olvido, sin recordar dolores,
sin medir el Amor que aun sigue dormido...se despereza lento,
se mece cual pequeño, que sin querer acuna, su mama en su ombligo.
Así nacerá en la aurora mis alas, que nuevamente se abrirán dulces,
entre pétalos bellos, donde no seré coronada, ni seré voluntaria,solo seré
una mujer que espera entre los sueños, volar y ser Amada.

 

 


Teresa Ema Suárez