Neptuno

La lengua delatora (BisturĂ­)

(Extracto)

Había perpetrado el crimen perfecto, su lengua permanecía ahí, dentro de un frasco con cloroformo, estaba exhibiéndose en el laboratorio de anatomía. Un día anterior tuve el descaro de intercambiarla por aquella muestra antigua, y en su lugar puse la lengua de mi infeliz victima, la cual diseccioné con un bisturí. Al día siguiente tenía practica de disección en el laboratorio e iba a encontrarme con el cuerpo del delito. Estar ahí era un goce inexplicable, y a su vez un miedo tan álgido, que me congelaba hasta el tuétano. Aquel día no podía concentrarme, la lengua parecía hablarme, de pronto se tornó en un gemido ensordecedor que me zumbaba los oídos. No soporté más, me arrojé al suelo, y en medio de una crisis de nervios, que más se asemejaba a la epilepsia, confesé mi crimen. Exclamé \"Aquí esta lo que buscaban\", y con el frasco entre las manos le puse fin a semejante perturbación psicológica. Y los aterradores sonidos cesaron.