ALVARO J. MARQUEZ

YO POETA, TÚ... MUJER

Yo poeta y tú… mujer, causa de lo que escribo,
mi verdad dicha a gritos, mi secreto motivo,
cuando estás desnuda e inquieta me nombras:
tú, que cada día que pasa más bella me pareces,
que sabes que al mirarme tanto me estremeces
y de tan sensual que te siento me asombras.

Yo poeta y tú… mujer, de la que me siento dueño,
tú, la que hoy conviertes en bendito cada sueño
cuando escucho tu voz y siento tu mano que me toca;
tabla hermosa de salvación de la cual me sostengo,
la que corre a mi lado cuando ya sabe que vengo
y salta sobre mí con sus besos para comerse mi boca.

Yo poeta y tú… mujer, con senos ávidos de mis caricias,
tú, la que me atrapas, me acorralas y me envicias
con tu piel que desde siempre no cesa de llamarme.
Tú, hembra de aureolas que mucho me deslumbran,
de manos inquietas que por nada se acostumbran
cuando ya no estoy a no sentirme, a no tocarme.

Yo poeta y tú… mujer. ¡Mujer! No me canso de gritarlo,
en mi cielo imaginario puedo escribirlo o dibujarlo,
garabatos en fantasías que hablan de nuestro amor.
Tú, que sabes cómo llenarme, cómo hacerme feliz,
no te importa si mi arco iris de pronto es sólo gris,
te basta con mirarme y sonreír para darle más color.

Tú, que en la noche cuando duermes no te arropas,
por si llego hasta tu cuarto y te invito con dos copas
y una flor por tus senos paso para darle tu esencia.
La que me ha visto tan fuerte, de pie, muy firme,
que me ha sentido llorar y ha podido también oírme
furioso peleando con Dios, por no entender tu ausencia.

Ya lo ves, la vida pasa y esto es real, no es un cuento,
tenía razón, toda la razón la tuvo siempre el viento
cuando soplaba y me juraba que sería mío tu querer.
Hoy somos los protagonistas de una historia infinita,
con un amor que nadie nos roba, ¡nadie nos quita!
yo soy la vida, tú el amor, yo poeta y tu… mujer.