Teresa Ema Suárez

Es despedirse, sin haber partido.

Es despedirse, sin haber partido.

 

 


Pálido el sol, se asoma a la ventana,
donde las cortinas corridas esperaban,
esos rayos que calor y luz dejaran,
donde habíase dormido, un día mi alma.
Sucumben mis suspiros ante un día,
que con afán, busca en mí, el ocaso,
pues brillando quiere que reviva,
todo el Amor que se aquieto a mi paso.
Latir mi corazón acompasando,
todo lo tibio y dulce de mi vida,
lleno de alas, que son mis grandes bríos,
es el sentir de aquellos que me Aman.
Es despedirse, sin haber partido.
Es un mañana, ese que nunca llega,
es el clamor que nace dentro mío,
sé que estoy viva, pero aún, siento frío.

 

 



Teresa Ema Suárez.