Neptuno

Noche siniestra

Me encanta como luces inmóvil sobre la cama, con esa mirada dulce que se pierde entre las sábanas. Me encanta como luces con esa piel tan pálida y con esa boca entreabierta que previamente gritó sin poder ser escuchada. No me arrepiento de lo que hice, te lo insinué con mis malévolas carcajadas e hiciste caso omiso dejándote seducir por mi engañosa apariencia. Te aferraste a la vida con una desesperación descontrolada, y por un momento casi cedo a tus suplicas desencajadas. Y tus lagrimas brotaban como si fueran inacabables, más no pude detener mi sadismo incontrolable.