PETALOS DE NOCHE

Leyendo me entrĂ³ una asteroide en los ojos*

Hiperbólica: te desnudé en mis pasatiempos -otros- donde convivimos más de una noche, no quise cerrar los ojos, tú sabes que muero cuando me canso de verte cruzando la puerta más de un día, sin saber que es de noche..., te sabes como es un adiós de esos que te oscurecen el alma cuando masticas de a poco en partículas diminutas ese cielo frívolo que tienes de entre tus labios, ¿acaso no sabes el origen de tu voz taciturna? los ir y venir del ocaso quemante encerrado en esos milagros utópicos en cenizas que llevas en tus ojos de noche, te pareces al cielo llorando adioses, sobre la sequía de la mirada que te desnuda cuando te descuidas, a veces siento resecarse más de una de las consonantes que no te escribo, hasta siento una timidez horrorosa al quedarme callado con mi llanto provocando sismos en tu lejanía extensa donde expresas espasmos en silencios invisibles-

Metafórica: te clavaste un segundo puntiagudo de esos que vencieron el músculo de tu insensatez, te sabes de muchas formas, eres multi-espacial, hasta degeneras el espacio en mutilaciones del tiempo en dimensiones que desconozco, abrí la puerta y no eras tú- era otra muralla pálida que tuve que imaginar al pasar las hojas sobre el plano neuronal que se siente atravesar por una línea puntiaguda, como un guión imposible de digerir, te dije varias veces que te llamabas pasatiempo, pero otra vez escuché tu voz atravesar la euforia por desenredar cada fila de guerra en tus prisiones métricas, es claro caes del cielo preservando una gran sequía para los soñadores contemporáneos, te escribieron de la lluvia, -de la última lluvia- eres- muchas partículas, siendo solamente una, eres parecida al mar siendo un espejo, se triza, y es una extensa destrucción de la cartografía literaria, es claro, como lo decía un Poeta Chileno, \"eres como el mar, extensa, y aún no eres leída\" siendo esto último lo más importante de todo lo que contienes, y lo poco que sabemos...*

¡¡¡Caso de mujer: te saludé desde la ventana de la velocidad, ni siquiera inclinaste tus flecos, ni siquiera intentaste saludar al aire, ni siquiera abriste tus alas. He volado más de una vez y más de un siglo intentando encontrarme con la inflexión de contagiarme con tus líneas torcidas, y he encontrado muchas galerías que cuentan sobre ideas que no entiendo como también ideas que incendio mentalmente cuando estoy dormido, y digo, dormido en forma literal, quizás esté provocando un culto entre mis silencios, un culto a ti, y te este adorando sin saberlo, me causas euforia, me causas una ansiedad irreconciliable con mi irrealidad de verte aunque sea por un pasillo bien estrecho, verte alargada, extensa y diminuta, pero verte aunque sea otra muralla pálida, otra muralla enfermiza y tachada de astros navegando en la promiscuidad de asteroides que baten sus alas en torno al sol excomulgado en una fuente de energía artificial, de esas que se tragan luciérnagas y a veces las mastica para ver nacer una nueva estrella, ves que te entiendo aunque siempre permaneces callada, escribiendo tantos silencios que tengo que imaginar y soñar, por eso nos hacen tan difíciles de entender, tú sobre la ensoñación de saberte todo como una esfera omnisciente y yo, un punto refregado en la mirada desnudando las páginas que se clavan en lo blanco y extenso de un punto final.

Pero sabes, aún así, no dejo de leerte, me contagio con tu enfermedad,
aún sigo prendiéndote \"una velita\" 
aún sigo con mi delicadeza íntima señalándote el camino,
alumbró toda esa oscuridad que a veces te lleva a ti
y desde luego cuando \"muera\" me llevará a mi. 


Pero no pienso en ese final espantoso y cíclico,
sino que, me duermo apretando tu boca
con el sentimiento liberado en mi garganta
hasta calzar-te en el lego de mi corazón,
ese músculo insensato que siempre te escribe una reacción alérgica literaria
y sobre todo amor..., acústica*
-aunque soy torpe en la música-