la negra rodriguez

ECOS DEL PASADO (QUINTA PARTE)

OLLANTAYTAMBO  (ENIGMÁTICA FORTALEZA)


Viendo esas inmensas rocas vitrificadas,  cortadas y unidas  misteriosamente nos deja la constancia que nada sabemos del pasado. ¿Cómo las trasladaron si n o tenían rueda? ¿Cómo las elevaron, cómo las cortaron y unieron?


Un monumento arqueológico.

Y su nombre es, mezcla de paisaje y leyenda, 

su pueblo gentil acogedor, risueño, trasnochador.

“Punku punku, la puerta  de los dioses”

hoy, la puerta de la historia

donde empieza la escalada

por las escalinatas de piedra

y sentirla , palparla, lisa al tacto

a pesar de ser brumosa  a la vista.

Contemplar las inmensas escalinatas

desde el punto inicial, parece increíble

que se pueda subir tanto y no desfallecer,

porque el espíritu inquieto no conoce  de impedimentos;

porque  antiguos espíritus nos llaman desde las cumbres;

nos invitan a vivir la magia impregnada en sus muros.

 Una vez en lo alto,  detrás de la inmensa piedra sagrada

las frías nieves perpetuas de los Andes

testigos eternos de paso del hombre

por esos lares y vigilantes amorosos de su herencia.

Es como un regalo de belleza natural

para la vista ansiosa de maravillosidad.

La montaña convertida en almacenes,

desde el otro lado nos saluda.

La piel se estremece  de tanta  sabiduría impregnada

en la montaña.

El sol,  la nieve, el  viento cuidan  de los monumentos.

El alma se satisface y se llena de contento.

OLLANTAYTAMBO, despierta

Con el sonido del  ferrocarril

Que lleva el visitante al destino final…