la negra rodriguez

ECOS DEL PASADO (TERCERA PARTE)

    PRIMER DÍA

 

QENQO

Pasadizos misteriosos,

 nadie sabe si  son obra del creador o del hombre,

 pero son y fueron espacios

donde las deidades descansaron,

sobre las piedras altares talladas

con maestria,

donde el  inca escondió sus secretos.

 En lo alto de la montaña

donde el sol besa con pasión  las rocas;

donde la niebla cubre amorosa sus lamentos,

los espíritus   sagrados, juegan  en sus recovecos;

sueñan en sus laberintos

esperando que la vorágine  del tiempo

les reencarne en  un grito rebelde…

En la esperanza.

 El padre sol, ahí descansa

en las noches, esperando un nuevo día.

 

PUCA PUCARA

(Puca: color rojo; Pucara: Control militar)

 

En la cima de los andes

donde el viento silba armonioso

y susurra  al oído de la roca su canto eterno.

Donde  solo se ve:

cielo y sol;

 cielo y estrellas.

Allí, el hombre creó fortalezas

que el tiempo no destruyó.

Entre pajonales y  niebla

 se encuentran puertas y ventanas

de roca unida con esmero,

 inexplicablemente unidas.

Las puertas, para que el visitante

entre  a  buscar  en el pasado

las raíces  de su origen;

Las ventanas por las que

nos contempla la historia.

Puca Pucara,  el tiempo nos vigila.

 

TAMBOMACHAY

Vigilantes, dos columnas de arboles

Por un camino empinado,

nos conducen a las altas tierras

donde surge…, nadie sabe de donde

abriéndose paso entre los canales

construidos hábilmente

con grandes ingenieros:

tres  vertientes  inagotables de agua sagrada

de un caudal perfectamente sincronizado.

¿De dónde nacen estas aguas?

El pajonal lo sabe y lo calla

La piedra lo sabe y  recibe   su murmullo y

Controla su cauce, pero calla.

 Quizás sean el rocío de las estrellas

o el llanto de la  noche

que la montaña procesa en un ritual cósmico.

¡Tambomachay, lugar de encuentros de sabios!

Tierra, hombre  y cosmos en ceremonial unión.

Donde las deidades del día y de la noche

Le enseñaron al  inca a ser:

 fuerte, audaz, invencible (puma);

prudente y astuto (serpiente);

vencedor de los vientos (cóndor).

El hombre recibe el consejo

y se vuelve sabio,  emprendedor, honesto.

Hombre tierra- hombre cosmos-hombre vuelo.

La piedra lo acoge, la  tierra lo nutre

el agua sagrada lo baña de  sabiduría.

Tambomachay,  desde el frío ande

riegas mi espíritu de  fe y esperanza.