Raúl Daniel

Un poema para no extrañar

Un poema para no extrañar

 

Me pediste que te hiciera un poema para no extrañar,

¿no sería mejor hacerte uno para olvidar?

¿De qué te sirve pensar ¡todo el tiempo!,

remarcando los momentos que agudizan tu penar?

Repítete si cesar: ¡No me importa!, ¡No me importa!,

que la vida es muy corta y ¡para ya de llorar!

 

Basta de darte la vuelta en la calesita siniestra

de los errores y faltas, equivocarse es humano

y divino perdonar, haz un acto espiritual

o si quieres religioso, porqué, te aseguro,

es hermoso ¡echar las culpas atrás!

así que perdónate, y ¡también a los demás!

 

Me pediste que te hiciera un poema especial,

porque extrañas a alguien... porque tus noches son largas...

porque te duelen las manos sin poder acariciar...

porque tus labios ahuecan los besos que ya no das,

y tu cuerpo se estremece ¡sin otro con quien chocar!

 

Debes volver a intentar, cual si nacieras de nuevo,

hacer de tu vida un ruego a Dios, por tener la paz,

la paz implica sosiego, esperanza y alegría,

no vivir mirando atrás, sino apostando a la vida,

y, todas aquellas cosas que te hicieron heridas...

¡anótalas por perdidas!... y, ¡ponte a cantar y bailar!