Afelío

La vida del poeta es materia, es poesía.

Mil cosas cambian, se desvanecen,

son aleatorias, no así la poesía;

Otras mil cosas son siempre iguales, 

contantes e irremediables, no así la poesía;

 

Mil situaciones son inutiles,

inservibles para nadie, no así la poesía;

Otras mil situaciones demandan su existencia, 

son parte crucial de la vida, no así la poesía.

 

No así la poesía que es un nada en su todo, 

es palabra en el silencio abrumador,

es tinta activa sobre el albor deshabitado,

es primavera florida como Akllar,

es invierno en desamor como Atrapada en el tiempo,

es verano en briza como Críspulo,

es otoño en desconsuelo como Afelío.

 

La poesía es el poeta, ese poeta que nunca muere, solamente en poesía se transforma.