kavanarudén

Aquí estoy




Aquí estoy, poséeme, llévame por parajes desconocidos y hazme tuyo. Tuyo hasta lo más escondido y secreto del ser. No opongo resistencia, estoy cansado de correr, de escapar, de huir. Me detengo en este momento y me entrego completamente.

 

Quiero sentir el fuego ardiente de tu pasión, no me tengas compasión te lo pido ardientemente. Parezco frágil, indefenso, pequeño, pero no lo soy. Soy la llama ardiente que crece con el pasar de los años sin jamás extinguirse.

 

Cúbreme con tu sombra, que tu sudor sea el agua que purifique, que bañe mi exterior, que calme mi sed candente.  Que tus manos se conviertan en garras, si, en garras afiladas que desgarren mi piel a jirones, que mi sangre se vierta poco a poco, que la vida casi me abandone y así poder escapar para siempre de esta cárcel que me encierra .

 

Que tu peso me aprisione, me haga sentir el calor profundo, abrasador de tu cuerpo, de tu exquisito soma . Aliméntate de mi aliento que ya el tuyo es mi alimento diario.

 

Que nuestros olores se fundan en una sola fragancia, fragancia a selva, a musgo salvaje, a cedro del Líbano, a especies desconocidas, a manantial, a eternidad….

 

Tus brazos sean mi ergástula, que me encadenen sempiternamente, protegiéndome así de todo peligro, de todo mal, custodiando mi esencia pura, mi ser creatura.

 

Has tumbado todas mis defensas, así lo he querido. No quiero más defenderme del mundo, de ti, de mi mismo, de todo, quiero simplemente existir aportando lo que soy desde mi perdurar en el tiempo y la distancia.

 

Siento frío amor, cúbreme con tu desnudez . Déjame dormir sobre tu pecho arrullado por el dulce compás de tu corazón amante. Quiero amoldarme a tu figura desnuda y perderme poco a poco en su espesura, en su morena geografía. Si mañana no me despierto, déjame dormir, quizás haya sido mi último sueño, sólo bésame en la frente y déjame ir eternamente.