esthelarez

261. EL VAIVEN… SIEMPRE PRESENTE…

Con el gran destello

culminó el misterio.

La vida reclamó,

la fragancia vertió,

su  hermosa variedad

cada sombra estableció.

.

La más galáctica flor

de resplandor se vistió,

con fragancias se adornó,

de colores deslumbró

por doquier se multiplicó.

.

Y como cada creación

después de su esplendor

encontró en su evolución

el regreso a su porción.

.

El tiempo implacable

a la vida que efímera es
marca su final,

derrumba su lozanía,
arranca en su delirio,

millones de aromas

de suaves fragancias.

Sus variados colores

de vívido fulgores

que opacaron el cielo

ahora solo remedos

de los más vistosos

cánticos y ausencia de amores…

.

 La ausencia del sueño,

la ilusión perdida marcando presencia,

los labios carnosos…

sin besos voluptuosos…

se escurren cual pétalos

que pierden su color,

aroma y sabor.

.

Se apaga poco a poco

el hálito de vida.

Se seca el corazón.

Queda yerto en el gran platón

que esconde, que devora, que atraganta

y digiere; que marchita la luz

y preña de dolor cada corazón.

.

Se apaga el hechizo

que de ausencia henchido

sin más tentación…

deja sumido el rostro vencido

de expresión marchita

con mueca vacía

en la ausencia prendida.

.

Horas de dolor,

marcan la partida

de cada parida

con dolor singular

que desgarra el candor

de aquello compartido…

ahora en la eternidad,

nunca más volverá…

como fue tu amor

que se desvaneció…

sin más colación.

[D.R.A.-esthelarez de Colombia]