Donaciano Bueno

Meditando...

Cuantas veces...
Cuantas veces silencioso, recostado en mi ventana,
a la luz lívida y tenue de las noches estrelladas,
he soñado ser poeta.
Me he sentido transportado por los reinos misteriosos de los gnomos y las hadas...
Y al rasgar sobre el papel,
indignado he respondido
¡desgraciado!
Y es el eco que sumiso y misterioso ha repetido:
¡desgraciado! ¡desgraciado!, ¡desgraciado!
qué tendré que hasta las musas contra mi se han conjurado!

Y he jurado y perjurado, implorando inspiración
y con ímpetu a los dioses del Olimpo en mis sueños yo he implorado
y una y mil vez escrito y otras tantas mil borrado,
desde la primera línea hasta el último renglón
sin lograr explicación,
ni caer en desaliento,
y es en este último momento que se me escapó un borrón.

¿Dónde está la explicación? ¿a qué clavo he de agarrarme?
¿dónde anida la razón que me impida a mi inspirarme?

Los colores, los sabores, los olores, los murmullos de las olas
del mar y las caracolas,
el cielo, la luna, la lluvia fina, los ríos y las estrellas
y tantas cosas tan bellas,
el amor ¡oh el amor! ¡qué falta que se haya dicho del querer embriagador!.
Las ausencias, las traiciones, el vanidoso capricho,
del cementerio aquel nicho,
una plaza y unos niños, del corazón las pasiones,
luz que invade mis sentidos,
los celos, los sentimientos, melancolía, tristeza,
los valles y las montañas y el sol, la naturaleza,

aquella iglesia, esa ermita, del alma el agua bendita,
y los arboles, las flores o aquel convento derruido
y los álamos del río
o aquel viejo caserón
¡bendita imaginación!

Y he buscado y rebuscado sobre lo que ya se ha escrito,
entre modernos, los clásicos o en los poetas malditos,
en la atmósfera pagana donde anidan las ideas.
Yo he bajado a los infiernos y he subido a los parnasos,
a los teatros del mundo, he ascendido a sus plateas,
y en casi todos los casos,
seguidos de decepción, llegando a la conclusión,
me creas o no me creas,
que no existe explicación.
Que en el totum revolutum que se arrebuja en mi mente,
ausente, para mi la inspiración está de cuerpo presente