Raúl Daniel

Sueño-visión

Sueño-visión

 

El sueño-visión que sigue es un día largo y violento,

(año veinticuatro mil a veinticinco mil quinientos).

Como visión tiene el fondo de marcados movimientos,

de una voz fuerte en of, como viniendo del cielo;

como sueño, entrecortadas imágenes sin contexto,

incoherencias, y fases muy distintas y sin nexos.

 

Las nubes están acá y las manchas en la luna,

la luna se enferma y muere en una ilusión nocturna,

sombras sin formas doquier, nada es lo que parece,

el suelo se estremece por el tropel de caballos,

los hay de color bermejo, los hay negros y amarillos,

pero veo uno solo blanco.

 

La hoz y la espada se mueven sin cesar, todo es un sueño

y no habrá ninguna tormenta, sólo grises y silencio...

Una gran mano sostiene todo el universo,

los azules ya no existen, los verdes se fueron lejos,

sólo han quedado los rojos y los amarillos del fuego.

 

Los hombres salen de noche, de noche se hace el comercio,

las escuelas subterráneas están en los monasterios,

los túneles unen todo: ciudades, aldeas, pueblos.

 

Los alimentos sin verdes, parecen nos ser alimentos,

algo así como una pasta gris-blanquecina y adentro

entreverados trocitos duros de color negro,

salado, se siente salado, con un toquecito agrio.

 

Durante muchísimas horas se contemplan los videos,

algunos son instructivos: ciencias, artes, noticieros,

pero lo más consumido son los jueguitos bélicos.

Historias miran los viejos, y sobre todo, aquellos

que un tiempo atrás caminaban en un mundo donde,

durante el día, se podía mirar el cielo;

ahora sólo las fotos han quedado... y el recuerdo.

 

Por las arenas del Gran Desierto,

que va desde Canadá hasta México,

entre las ruinas y escombros, chatarras y árboles secos,

veloz móvil protegido, circula con gran estruendo.

Es ocho por dieciséis, anfibio, todoterreno;

pasajeros, mercancías, documentos y correo,

los satélites lo guían, vigilando y protegiendo.

El peligro: los piratas, que infestan todo el desierto.

 

María pidió hace un año permiso de casamiento,

su novio es astronauta y llegará en el invierno,

sólo estará cuatro meses, si se casa, un año entero;

ellos quisieran tener un hijo, pero es muy grande ese sueño,

son muchas las condiciones y diez millones de impuestos.

Nadie tiene tanta plata, ¡ni los miembros del gobierno!

 

Después de conducir veinte horas, José divisa una base,

debe ser Martin o Clinton, lo cierto es que él sólo piensa

en un pocillo caliente, en un baño y una cama.

El cansancio fue vencido por cápsulas de Morfín,

y el hambre con tres botellas del espeso Mercudrín,

(que tiene gusto a cerveza con un dejo de bananas).

 

Y el sueño llegó a su fin, (dijo una voz lejana).