EVA ROJAS

Historias, rebeldia

Aquella figura deambulaba en la noche, buscando un puerto donde expresar y encontrarse a sí misma, joven e inexperta buscaba el sentido a los anhelos ignorados en su día a  día, las rutinas diarias parecían un sueño dormido esperando el despertar en su singularidad incapaz de expresarse en un mundo irreal, lejano tan limitado en palabras que le apresaban el alma, entre los sinsabores y los sinsentido no encontraba motivos para seguir la corriente, ante tanta lógica insustancial.

 

Una mañana mas intentando escapar de tantas renuncias ajenas y sumisiones carceleras tras el paso del tiempo viendo a tantas almas mártires intentando mostrar la normalidad de una vida que les demacraba poco a poco la mirada.

 

Decidió echar a correr escapar hacia lo desconocido promesa segura de incerteza que le quemaba por dentro sin ataduras de aquellos que la conocían.

 

Al paso de las estaciones que se sucedían unas tras otras se sentía cada vez más pequeña frente a las miradas que parecían reprocharle sin palabras que era una inadaptada.

Redonda palabra pensó llena de la nada ignorante y los juicios extraños de aquellos que no la conocían.

Como un espejismo los sentimientos se mezclaban con las sensaciones que sentada la acompañaban.

 

El tren llego a su última parada, todos se apresuraron a bajar, y ella se quedo sentada había una fuerza extraña que la mantenía inmóvil en la butaca.

Y entonces comprendió:

 

Que no podía huir de sí misma, ni esperar que la vida se construyera a su medida, se sintió tan apesadumbrada por el tiempo perdido recriminando a todos su desdicha y confusión;

Basada en cuentos infantiles en imágenes y falacias remanentes en una sociedad que tras una fachada de ilusiones enmascaraba la realidad jamás contada, un viaje individual que emprendemos, en el que tenemos que redescubrir nuestras opciones y prioridades ignorando una masa uniforme que hace ruido sin rumbo.

 

Llego a la conclusión que la mentira social estaba alimentada por unos pocos que  hacían dinero con el engaño y promesas vacías de la codicia sin sentido prisioneros ellos también de la enfermedad de la avaricia.

 

Esbozo una sonrisa y retomo su tren de vuelta con la esperanza de hacerse un sitio en este disparatado mundo.

Y la certeza de que la próxima vez que tomara un tren seria hacia un destino escogido.

 

 

“Todas las gotas no pueden ser contenidas en un solo mar, sin embargo el mar está formado por ellas.”