marco augusto

El alma lucida de un poeta

 

El alma lucida de un poeta

Me quedé ensimismado contemplando la belleza de una blanca flor, distraído como si se hubiese detenido el tiempo, era tal su belleza que ni parpadeaba para no perder ni un instante la contemplación de tan bello ingenio de la naturaleza, nadie se detuvo a contemplar su hermosura pasaban apresurados por mi lado y casi me arrastraban con su premura, entonces comprendí que la vida del poeta se transforma ante la belleza, que duro es ser poeta y ver la indiferencia del hermano ante el dolor del semejante, de la apatía ante una hermosa flor y ante el casi desprecio por un poema, soy un ser de esos raros que van por el mundo mirando el tono rojo de una rosa y comparándolo con el rosado casi mágico de otra rosa que está a su lado, mientras el mundo gira por otros rumbos y yo continuo enamorado del amor aunque ya no esté, que difícil es el oficio de poeta, pues vivimos en un mundo donde el canto de un pájaro es el sonido más puro del universo, cuando se escucha con el alma lucida de un poeta.