Adicto Fantasioso

Harapos de una existencia.

En la oscuridad mas absoluta,

olvidado, en el fondo del barril,  

yacía una vida destrozada y catastrófica,  

mas de mirada astuta y gesto gentil.  

Conviviendo consigo misma y  

combatiendo a diario,  

con fantasmas de su pasado,  

fantasmas de actuar vario.    

 

Trepando por las montañas,  

de lo que una vez conformaron su ser,  

encontró, inesperadamente,  

que en la cima de los escombros de su desdicha,  

disfrutaba de una paz merecida su mente y

gozaba de la mejor de las vistas.  

Fue allí donde aprendió,  

aprendió a vivir con su destino cruel,  

y también fue allí donde te encontró,  

fue allí donde te encontré.