LUCIO ROBERTO RAMÍREZ GONZÁLEZ

GRITOS

Dormía con mi soledad y mis sueños,

la luna había escapado hacía rato,

pocas estrellas morían en el cielo,

el sólo sol con sus últimas lágrimas,

en ese momento de cielo vacío,

escuché venir y cruzar la ventana,

tremendos gritos de dolor y de furia,

gritos, mejor dicho, desgarros de un alma,

¿quien no despierta ante semejantes ruidos?,

corrí a la ventana y jalé las cortinas,

entonces logré ver como mi propia alma,

volando iba, cómo llorando sus penas.