Donaciano Bueno

Lanzadera de ideas

Lanzadera de sueños y de ideas, lanzadera,

caprichosa señorita voluble y casquivana,

que tal como apareces te vas cada mañana

pero que nunca permaneces a mi vera.

 

A mi llamada tu respondes con la espera,

ausente siempre de caridad cristiana,

¿por qué eres grande y a veces tan enana

odiosa lanzadera huidiza y puñetera?

 

Hoy ayuda te pido para versar este soneto

de palabras vago, vacío, de ripios repleto,

por favor no seas tan arisca y tan esquiva.

 

Lo que deseo es lanzar un canto a las ideas,

que lo que yo digo creas cuando tu me leas,

haz a mi mente más lúcida, sagaz y creativa.