¡Quiero decir!
que en esta tarde,
en este tiempo,
en estos días,
que en este cielo obscuro,
en este corazón
doliente y profundo,
en este manantial de muerte,
en estos ojos
que se extienden como redes.
Hay un muerto
que no escucha voces,
esas voces que él quiere,
que no recibe cartas
esas cartas de un tiempo perenne,
que la tristeza
está de fiesta
en un cementerio
domesticando a la soledad.
Entre unos ojos ya cerrados
con un aire de lamento
creciendo...
en un sueño eterno;
para siempre.
¡Y llueve!
Tizzia Holwin
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