Ramirez Adrian

¿Qué somos al fin y al cabo?

Somos:
polvo y cenizas,
lágrimas de arrepentimiento y de incertidumbre,
historias pasadas, olvidadas y hechas huecas,
laguna de emociones,
y puertas esperando ser cruzadas por equivocación. 

Somos:
pan, vino, y cuerpo de Jesucristo.
Pecadores, acróbatas y buenos para nada.
Maquinas sofisticadas para la pereza
y retrasadas para la paz.
No somos más que un montón de palabras que nadie escucha.

Somos:
la llama, el hielo, y la causa de nuestros errores,
la felicidad, la calma y la avaricia.
Somos la hipocresía, el miedo y el engaño
servidas en un sola copa
para el mundo que muere por deshidratación. 

Somos:
desastres naturales,
inundación de sentimientos,
contaminación irrelevante para el mundo,
juegos mortales y entretenidos.
Verdaderamente;
somos el fruto de lo que cosechamos. 

Somos:
la lujuria hecha persona,
con brazos, piernas y boca.
Somos un error en el pasado
y un milagro en el presente...
no somos más
que las eróticas letras de un virgen escritor. 

¿Entonces,
en definitiva qué somos? 
¿Somos mar o muchas piedras?
¿Somos el perdón o el pecado?
¿Somos la razón o la existencia?

Después de tanta confusión,
afirmaciones y negación,
recibí un mensaje de aquella mujer
(esa por la cual escribía tantos poemas)
y les comento:
nunca me había sentido tan patético,
tenía la respuesta entre mis narices;
\"éramos más amor que otra cosa\".

No demoré mucho;
respondí el mensaje con un gracias y un \"te quiero\".