rodulfogonzalez

SONETILLO LXXXIV


Nada le debo a la vida,

Ni la vida nada a mí.

Para quererte nací

Dulce mujer consentida.

 

Eres rosa desprendida

Del rosal que vida di

Para que luciera en ti

Su belleza indefinida.

 

Mi amor hacia ti es un río

Sencillo como el cristal

Y raudo cual mariposa

 

Que se nutre de rocío.

Eres amada sensual

Atractiva y cariñosa.