Oscar Fuentes F.

\\\"Carta de disculpas\\\"

Disculpa las veces que no te extrañe, que no te entendí, pero eres complicada en toda tu estructura espacial, de espíritu noble, soñador y aunque media ingenua amas y entregas como yo no supe apreciar hasta que tus reclamos llegaron a mis hojas, disculpa el uso de drogas, si te engañe con la música o te remplace por las rimas, por la bohemia propia y tal del poeta ,que se jacta de escribir con el corazón desgarrado, suele vivir cuando el invierno toca su cama y la soledad llama a su puerta seduciéndolo en noches de olvido a la fuerza de ser un títere dominado por el rencor y tratar de subir a cada función descolocado de la realidad que me colocó en esta disputa entre seguir creyendo en los sentimientos o seguir distrayendo el sentir con juegos y malos vicios. Perdona aquellas actitudes de indiferente o de burlesco pero te comprendo cuando sientes que padezco de una bipolaridad sufrida bañada en tinas de tinta y lagrimas de goce que camuflaban el dolor que por dentro me consumía cada noche mirando al techo donde más de un nombre se dibujó por robar mis sueños y acariciar mis ganas de volver a creer en un mundo utópico creado por dos almas que se completan en los atardeceres desbordantes de romanticismo, los que  deje atrás con mis ganas de un feminismo donde ellas merecen el amor del hombre. Ahora es mi idea el dejar al corazón de lado y drenar toda la sangre que debe morir cuando este deja de latir con el fulgor cuando se acercaba la primavera para desahogar el nudo que en mi estomago dejó el otoño muriendo con cada hoja que aplastaban mis botas conduciendo a mi espíritu encasillado en un estropajo con días de insomnio, discúlpame tú por aturdir mi mente en busca de un suicidio temporal, que yo jamás me lo pude excusar con sonrisas o con silencios que inundaban la noche y hacían resonar mis latidos en el hueco que dejan mis recuerdos al recorrer mis intestinos, soy un amante carcomido derretido por el calor y la impaciencia del mañana, como dejar que me olvides si me haces taladrar mis sienes con cada briza de luna que se cuela por mi cortina a eso de la hora que el tren va arrastrando almas por sus vías y los perros las lloran al oírles gemir de dolor en la noche repuntada por el reloj, reloj que se detiene cuando tu mundo debería estar en la inconsciencia para cerrar el ataúd donde guardas los días felices que agradecías de vivir en la plenitud del sentimiento puro y blanco, engranaje de una persona que al oxidar deteriora a cada segundo el sistema locomotor del individuo. Y no seas tú la que me pida disculpas cuando cree una nueva ciencia donde la solución al desgarro interno este resumido en pastillas que te dibujen sonrisas en las paradas con gente conformista que toma el bus de la inseguridad y temor hacia su tortura domestica. No sé que más puedo admitir de la flacura de mi armadura solo que no rías cuando este nuevamente en el tropiezo de una nueva discordia entre lo que ame y lo que podre amar al entregar mi ser nuevamente a la marea que desintegra mis barreras de frialdad y deshumanización, quiero volver a ser el niño de los ojos tristes cuyo mejor amigo se convirtió en palabras al domesticar las letras sin que estas lo sometieran a él, sufrir en la penumbra de lo más bajo de las luces nocturnas  no es el orgullo que quisiera tener a flor de pecho para decir que he vivido como quien no lo desearía nunca.
Solo recuerda cuando después que dije que escribiría para ti y marcaria mis yemas con versos en tu honor, tus alas despegaron y cortaste las mías con el mismo hielo que afilamos en la duda, buscaré rectificar mi andar en el camino que solo maltraté en mi desesperación por encontrar dependencia cuando imaginara mis historias de fantasía. Si he de pedir mi último favor cuando un ángel baje a recogerme con capucha y sadismo, seria que encuentres la felicidad mas prospera que la vida puede dar y que por nada te olvides que por ti la vida quise dar por más que ahora no me quede vida ni pasión para volver a regalar.
 
“Solo sois feliz cuando disculpas a quien atormento en tí… regáleme una felicidad disculpando lo que no fui..”