Javier Ascanio

Delirio

Delirio es el sol dorando la piel

Con ese rojo cobrizo que sensualmente posa

Sobre los cuerpos tentadores y apasionados

Cual granada entreabierta, chorreante de almíbar

 

Excitante agitación del sediento

Que logra jactarse de la sabia prodiga del manantial

Tosco recorrido de humedades solitarias sobre la piel indómita

Tiernos labios que desesperados buscan

Un sorbo de aliento en las frescas aguas

Eso es Delirio…

 

Delirio son las almas entregadas al gesto infinito del amor

Cuando en la inocente timidez

Acecha la fiera hambrienta de pasión

Enredada en el alma del deseo reprimido entre los sueños

Que se mantiene silencioso como un pecado mortal

 

Delirio son las palabras que no atino, para decir que te amo

Delirio es el deseo de cerrar mis ojos

Para sentirte nuevamente entre mis brazos

Pero quizá, ni siquiera me recuerdas

 

Delirio es la forma divina de entibiarnos

Con esa llama erótica que suavemente funde nuestras pasiones

En el fuego infinito que no quema

Aquel incierto respirar

A raíz de la dulce agonía en que se abaten las pieles

Con la embriaguez de su esencia

Y aquel profundo silencio  de abúlicos cuerpos

Que empapados tanto, se dejan ver luminosos

Cuando yace el orgasmo.

Eso es Delirio...

 

 Askier, febrero2000