Miro esa copa celestial y celestina,
  
Viaja, a velocidad, me trae el aire,
  
Tu aire, pensar que hace unos miles de segundos,
  
Ese cielo pasó rasante por tu ciudad.
  
Se escurió entre las andinas depresiones
  
Acarició el vuelo de un pajaro,
  
Pensar que ese cielo que es la mezcla
  
De miles de otros cielos, lleva cargado
  
Tu anhelo y mi desesperación, lleva
  
Tus suspiros y mi necesidad.
  
Ese cielo con sus nubes que miro
  
Me trae el aroma de tu piel,
  
La humedad de tu cuerpo,
  
 de respirarlo me extasío.
  
Es un alimento, es un regalo divino.
  
Pensar, que este cielo y su viento curioso
  
explotó  esta mañana en tu falda,
  
Se escurió entre tus piernas, que para
  
Él  son como columnas de marmol y misterio.
  
Pensar que ese aire, entre frio y tibio
  
Beso tu sexo,  acarició tus pechos y
  
Se elevo a una altura de vuelo, mi vuelo,
  
Para viajar en mi, para entrar en mi,
  
Para demostrarme que ese cielo azul
  
Azul y profundo como tu hogar.
  
Como mi estudio, es un migrante perfecto.
  
Es un mensajero, que me trae tu luz
  
Que me trae tus ansias, que me transporta
  
Que nos eleva a ese cielo mayor, que nos lleva
  
A nuestro mundo
  
Y se pinta , como un cielo, que de viajar se cansa
  
Y sobre nosotros, mientras nos amamos descansa
  
Para que al terminar, en su mision, nos lleve a nuestros
  
Mundos respectivos, nos lleve a casa.