María

De corazones....

Existen corazones rozagantes que galopan con estilo. Algunos corazones se limitan a latir lo necesario y no corren riesgos. Otros, aún más cautelosos, marchan a campanadas lentas. También se ven corazones muy colorados, escudados, protegidos: son aquellos que no quieren volver a sufrir. Los más tristes son los encerrados en su yelmo. Dieron mucho, recibieron poco, fueron atropellados, devastados. Son corazones desconsolados porque ellos mismos se destinan a no salir ya de su coraza.