Juan Senda

:::LIBÉRAME DE ESTE LLANTO:::

LIBÉRAME DE ESTE LLANTO

 

Es la onda y el grito del sollozo mío

que cubre la cubierta de mi fragata,

céfiros, ¿Por qué que sopláis y sois tan cruel con mi barca?

Dejadme amarla hasta en fondo de mi ser a mi inmaculada.

 

Arcángel mío, increpa a los vientos que me consumen 

y me trasladan a los huertos del silencio seco y desafiante

que ha preservado la Venus que Dios me ha dado 

para mis afligidos sentimientos.

 

Repréndelos amada mía,

ampárame para poder amarnos y embelesarnos 

en los aposentos de nuestros santos cielos 

para nosotros consagrados.

 

¡Oh! Alondra mía, tú, libérame de este llanto mío 

tormento que me ahoga 

por tanto amor atesorado que yo te tengo 

y quiero verterlo en tus tersos cabellos 

que condensan marismas de sangre 

por las retinas de mis estrellas.



Descarrílame de los peñones nublados que me hieren 

que apalean mis sentimientos cercenando mi bendita aura 

que agoniza de amor y melancolía 

queriéndome apartar de mi libella, 

designo fenecer, antes que perderla.

 

Quiero verte alfombra de mis capillas, 

ven a explayarte por nuestras planicies,

por las llanuras que tanto añoro 

conságrame los tenues vergeles de mi locura.

 

Te siento dulce mía dentro de mí como un verde torbellino, 

como aquel viejo crepúsculo infinito 

que revela la senda de nuestro radiante amor cristalino.

 

Sois los acordes de mis arpas, 

de mi mandolina y violines y el sentir sublime de mi canto 

eres el susurro que sale de mis ansiosos suspiros.

 

Golondrina de mis sagrarios, 

mariposa de los aires, 

escondámonos en los peculios de los mares 

para abrazarnos a los mantos de la gloria 

y conferirnos a la felicidad santa 

que se asoma a este sublime amor 

candor forjado con nuestros yunques 

para conseguir la gloriosa eternidad eterna.