Leandro Rodríguez Linárez

!Duele Venezuela!

 

¡Duele Venezuela! tus cristales rotos como brazos muertos en los ojos de tu pueblo, la raza vieja de tus hijos llenando las verdaderas copas de tu historia, tiñendo tu suelo deshonrado. Ruge la solemne voz de tu gallardía, calla después de los relámpagos de acero, calla abatida con sus silabas aun rugiendo en el aire, regándose, sembrándose, salvándote las veces que sean necesarias, con alma de prócer imbatible. Ojos distantes observan deambular tu humo solitario, de cerca callan por tu maldita sangre negra. ¡Duele Venezuela! se cierran tus puertas extinguiendo la llama de tu vieja gentileza, las promesas de tus monedas asesinan tus verdaderas albas, hoy tus risas son pagas, pagas como los placeres alquilados. ¡Duele Venezuela! Sin la alegría de tus colores, con tu segunda maldición impuesta; el odio entre hermanos que solo sabe complacer a quienes meten la mano en tu bolsillo subterráneo. ¡Duele Venezuela! tu Orinoco interrogado, tus aguas olímpicas, tu mar que una vez fue oportuno… con tus manos, manos que una vez fueron manos y fueron luz, fueron casa al desolado… ¡Duele Venezuela! Pero así como hoy dueles incalculablemente, florecerás gallardamente, enterrando para siempre los truenos de acero, las órdenes que doblegan tu barro soberano, enterrando a quienes dividieron tu manto para enriquecerse, como se enriquecen los que solo saben matar viviendo. ¡Florecerás Venezuela, florecerás!  

 

25-2-2014