Han sido mis días, de cálidos a fríos...
cubiertos de tinta, de lluvia con aroma, puestos al revés, diversos en mi piel... Por siempre en mis días te ves, en la eternidad de estas letras.
Girando siempre está la moneda que caerá, sobre la sentencia que dictará nuestro letal presagio...
Mientras la vista se sujeta sobre recuerdos que alucinan volverse ayer, te detienes sobre ese frió... Abrigamos nuestro cariño... y las citas que tomamos de nuestro propio ejemplar las revolcamos por los cielos y caeran sobre tus brazos...
Alimentando hojas me vez, dándoles de beber tinta fresca, llena del remedio mas sabroso, mas rico, que jamas se probará...
Esas hojas, tan ladronas de lo que te corresponden... por siempre estarán sobre ese escritorio, que esta pintado de llanto.
No se borrara ni una coma... es lo que fué y será siempre.
Mientras siga escribiendo... estarás.
De pronto me detendré a pensar
Entonces volverás,
Recuerdos... lluvia, un café, manos, ojos y luna.
Luego,
Ilusiones y Sentimientos que se rejuvenecen.
Siempre pensando en vos, Siempre extrañándote.
(Para Mi Joven Borges...)