martin palafox g

POBRE VIEJO

UN POBRE VIEJO

 

Un pobre viejo de hirsuto pelo cano

Lleno de arrugas en sus flácidas carnes

En el desfilar diario de monotonías

Ofrece frutas pregonando su pobreza

En ese mercado donde la apilada gente

Camina entre violencia, angustias y miedos.

 

Cuantos hombres, cuanta indiferencia

Y el verdadero hombre no se distingue

En este mundo soso, que se extingue.

Cuanta pobreza del hambre compañera

Multitudes apretujadas que no se miran

Caminando a diario, entre la sola calle del olvido.

 

Tanto peregrinar repetido a diario,

Del trabajo esclavo, y donde se camina,

Para lograr la supervivencia, seres marchitos

Del alcohol usuarios para tener su hipócrita alegría.

Su felicidad, su panacea, su compañera vida.

 

Y el viejo sentado con su pantalón roído

A la seca sombra de un árbol

Del olvido acompañado,

Vende con su estrujado sombrero

Cachivaches del  recuerdo andado

Para añejar el hambre que en su costillar florece.

 

Cuantos caminos en sus andares carga el viejo,

Entre vidas y gentes, de un mundo abstracto

El cual el no entiende, por su pensamiento llano

Todos dice son seres extraños que al pasar añejo

En su invisible melancolía, van muriendo hermano

Agitando su mano en señal de desconsuelo.

 

Pobre viejo con su vista torpe y corta

Sus manos deformes, cansadas con poco tacto

Pero su corazón aun late aun camina aun reclama

Cuando con sus palabras canta su abandono

Cuanta melancolía, es el olvido, es la tristeza

Es la fotografía que nos espera si no cambiamos

Nuestro pensamiento y no amamos nuestra existencia.