María

Mariposas

Disfruto del mar. Se retira el agua, asomo y mi cuerpo está cubierto por dibujos, dibujos que son mariposas. Todas blancas. Desde el primer momento mágicamente  las escucho. Todas ellas quieren tener color.


Ya en casa se despegan de mi cuerpo y vuelan libremente. Hermoso espectáculo. Y vuelven a posarse sobre mi piel. En un local de tatuajes el artesano trabaja de manera delicada en cada una de ellas. Mi cuerpo, multicolor, floreciente, radiante.


En la calle se separan nuevamente. Vuelan alrededor mío, dando las gracias, celebrando el ansiado colorido. Me despido emocionada. Duermo feliz. Me despierto extraña. Algo hay en mi espalda. ¡Tengo alas! Un par de alas divinas, coloradas y negras. Inspiro y comienzo a elevarme…