Adrian VeMo

Soledad y tedio

 

 

No estoy cansado de su compañía

vanidosa

y a veces fúnebre

como ponderada,

pero lo estoy

cuando atravieso el tedio

y empezamos a jugar

al juego en el que siempre gano

y como buen perdedor

saboreo la prez empalagosa

de la derrota

por tratar de ser yo un vencedor

y burlar su solaz preparado

para conmigo.

 

La soledad hiere

y su intensidad

depende de la inmensidad

con que los ojos la miden.

 

Voy acomodarme en la otra soledad,

la sensata,

que nos pule

de toda polución.