HERMINSON YULE RIASCOS

PERDIDO

cargaba canicas, trompo y valero 

cuando apareciste en mi vida

imberbe aún fuiste cuán pistolero

son su tímida presa concebida.

 

Fué tu boca mi primer desespero,

olvidé mi infancia tan querida

y eres lo que siempre ver quiero,

quién ni aún ausente se olvida.

 

Fuimos críos que a la madurez despertamos

me es lindo verte sin cáscara

y perderme en tus ojos mientras nos amamos.

 

No sé el futuro qué nos depara

sólo se que si amor nos damos

seremos quienes nada los separa.

 

 

CAI

 

He caído ante tus ojos indómitos

que aprendieron a iluminar mi vida

ellos espantaron la melancolía conocida

volviendo la alegría a mis escritos.

 

Te adentraste hasta lugares recónditos

de mi ser que estaba en una sin salida

por culpa de una inusitada partida

que me dejó en el silencio dando gritos.

 

Ellos en extremo tan bellos

me dijeron sin hablar miles de cosas,

 en esos mágicos y místicos destellos

 

sembraron en mi aridez las rosas

que hoy decoran mi existir y aquellos

ojos me hacen soñar cosas maravillosas.