María

Respiro...

Amo mi ritual nocturno. Baño de inmersión, música, cuadernos, libros, computadora y enormes deseos de escribir. Cuando ya se entornan mis ojos apago la luz. Anoche, a oscuras, me detuve en la idea de que en mi habitación sólo se sentía mi respiración.  Triste, pensé en la soledad y me dormí empapada de nostalgia. Esta mañana mi perra había entrado al cuarto y ladraba cerca mío para despertarme… Antes de permitirme abrir los ojos quise escucharla respirar… Por segundos no respiré sola...