Raúl Daniel

La Sobrina

Estás ahí,

como viviendo un  día de la vida,

trabajando sin parar.

Hoy te vinieron tres pedidos:

El Casino de Oficiales de Aeronáutica,

El Palacio de Justicia

y una empresa privada...

¡y tu sobrina no está!

 

Tu marido, un ingeniero

que trabaja en Petropar,

(buen sueldo, cualquiera diría

que te podrías conformar).

 

María es de la campaña

y vino para estudiar,

más tres perros, plantas y un gato,

constituyen tu hogar;

hijos nunca procuraste,

(no te dejan trabajar).

 

Estás ahí, preocupada,

porque quieres vender más,

es poco veinte millones...

(¡y tu sobrina no está!)

 

Al principio parecía que la podías ocupar,

aún no tenía amigas... y la carrera que hacía,

muy poco le exigía ir a la facultad.

 

Por eso se te ocurrió abrir una librería,

esto generaría (pensaste) más capital,

y ella podría estudiar mientras la atendía.

 

Pero ahora resulta

que estudia en casas de amigas

¡y el negocio está cerrado!...

¡la muy desagradecida!

 

Quinientos kilos de pollos,

mil botellas de buen vino,

ocho cajas de licores,

entremeses... bocaditos,

servilletas, tenedores,

platos, sillas, mesas, copas,

también manteles y ¡Oh...!

¡Se te olvidaban las tortas!

 

Veinte millones es poco,

mantener la camioneta,

la casona y las tres bocas

(sin contar los animales)...

¿Si la llamas por teléfono?...

¡No!, por si le cuenta a tu hermana,

después de todo es familia

y el amor es lo que vale...

tú le das techo y comida,

¡qué ingrata es tu sobrina!

con lo que te ha aprovechado...

Veinte millones es poco...

¡y el negocio está cerrado!