A Mónica Azucena.
-Jamás creí volver siquiera a tener aquella sensación tan ruín,
aquella sensación tan repugnante, repulsiva, retorcida y caprichosa, aquella sensación que yacía olvidada en el baúl de mis recuerdos más bizarros y enfermizos, aquella tremenda falacia y falsedad llamada estar enamorado.
Creo que estoy enamorado en cantidades inmedibles,en cantidades inmesurables, en cantidades inimaginables.
Creo que estoy enamorado de manera tonta y estúpida, de manera irremediable, de una manera grosera e inmutable.
Creo que estoy enamorado de una mujer espléndida, de una mujer con encanto natural,una mujer con belleza del interior y del exterior, con una sonrisa cautivadora, y una voz que te provoca uno que otro desvarío.
Creo que estoy enamorado del alguien imposible, del alguien prohibido, del romper el perjurio,del alguien que jamás podrás deshacer a caricias o besarla sin tapujos o no cuantificarle el como la amas,del alguien que no podré decirle este montón de palabras y sentimientos y desórdenes mentales y esto, ello y aquello y tantas cosas que me guardo para mi pero que quisiera que supiera y que me gustaría que le gustaran.
Creo que estoy enamorado de ti irreverentemente,de aquella,esa, la dulce nada implícita entre nosotros, de aquel mirar superlativo, de la maravillosa tú, de la odiosa tú,de la fastidiosa tú, de tú la única e irrepetible, y de ti y todas tus maneras posibles,de cada una de tus versiones existentes, de cada variación y ambivalencia dada, del todo y de la nada que te comprende y que te constituye en tu totalidad o en tu parcialidad , en tu generalidad y en tu dulce particularidad que me enloquece tanto y que te caracteriza y me hace perder los escrúpulos de la cordura y que inunda el lecho de mi corazón con dulce sangre ínfima, sentimientos ambiguos y pasiones desenfrenadas, creo que estoy enamorado de ti, creo que te amo, creo que te amo antes de todo ante todo y en toda tu íntegra existencia.Amor.