Raúl Daniel

Igual te amaré...

Cuando quieras verme feliz,

o desees hacerme sentir

que merece la pena vivir:

Sonríeme...

 

Cuando quieras que edifique un sueño,

o desees que descorra el velo

entre los anhelos y la realidad:

Sugiéreme...

 

Tú eres esa mano que toca mi rosa,

tú eres esas gotas que mojan mis hojas

y que me estremecen:

¡Estreméceme...!

 

¡Sacude mis selvas!,

¡prorrumpe con truenos!,

¡derrama tu cielo!,

¡y a mis ríos llena...!

 

Ámame, mujer...

 

O, si lo prefieres...

si amarme no quieres...

 

si vas a marcharte,

y sólo buscaste, en mí, tu placer.

 

No importa, lo mismo

te amaré por siempre.

 

Igual te amaré...