boris gold

PARIS, UN INOLVIDABLE INVIERNO DE 19...

Hay días sombríos       .

en que estoy abatido,

pensando en la dicha

que supe tener,

tal vez su memoria

aún le recuerde,

que yo con el alma

la supe...querer.

 

Pensaba que siempre

el tiempo ayudaba,

a olvidar sentimientos

profundos en mi,

más este me dice

que todo es en vano,

la llevo en mi sangre

aunque...la perdí.

 

La nieve arreciaba

esa tarde de invierno,

allá por las calles

del viejo PARÍS,

los copos caían

estaba tan solo,

hasta ese momento

que la...conocí.

 

Era estudiante

de un taller de pintura,

época de hambre

y de imaginación,

la baguette crocante

más un chocolate,

y el mundo era solo

de nosotros...dos.

 

Me hablaba de trazos

también de colores,

le gustaba VAN GOGH

y adoraba DUFFÝ,

su voz cantarina

llenaba el recinto,

ella era mi princesa

y la amé...con frenesí.

 

A veces la vida

con sus jugarretas,

nos indican pautas

llenas de dolor,

la consigna era

estar siempre juntos,

pero el destino avieso

que nos...separó.

 

Y estando de vuelta

en mi BUENOS AIRES,

con ese desgano

de la gran ciudad,

mis ansias de amarla

allí se quedaron,

mi alma que sangra

porque ya...no está.

 

Hoy llueve y arrastro

tristezas lejanas,

recuerdo ese tiempo

en este viejo bar,

“mon petite” amante

la llevo muy dentro,

tengo solo lágrimas

no quiero...olvidar.

 

Boris Gold

Simplemente…un poeta)