Ramirez Adrian

Creer o no creer, he ahí el misterio

-\"¿Dios? ¿quién es él?\"-
me preguntó una multitud de gente.
Dije que era nuestro creador
el padre de los astros y las galaxias
el padre del tiempo y del espacio
el padre del pan y de los pobres
el padre del perdón y del pecado

Muchos reían
con sus caras hostiles
despreocupados
y sin bien de fe
muchos me miraban
despreciando en sus expresiones
mi palabra
y mi fe de él

Muchos abucheaban
me decían loco
blasfemaban
odiaban
y con miradas chocantes
arremetían mis suspiros
y silenciaban mis palabras

Un adulto 
de ésos que no creen
ni en su propia muerte
insensato y fulminante 
resaltó:
\"Yo no creo en misterios
ni en palabras que no se han dado
no creo en tu fe
ni creo que tu Dios.
He malgastado mi tiempo
pensando en lo imposible
quemando neuronas
y perdiendo mis noches.
Yo creeré en él
si defiendes su existencia
con argumentos sólidos
y explicación realista\"

En ése momento
mi lengua calló 
y una confusión existencialista 
me confundió más
no sabía en que creer
y mucho peor
ya ni creía en mi mismo 

El adulto se alejó 
con el severo orgullo
de haber callado 
a un creyente
y hasta creyó que creería
en sus palabras

Seguí asistiendo al mismo sitio 
a la misma hora, mismo banco
pero aquel hombre no llegó 
a lo mejor ahora cree más que nunca
en que Dios no cree
que creemos
pero pienso;
que el hecho de pensar en él
implica que ya lo estamos creando
o al menos en eso 
es en lo que quiero creer.