santiago calderon

La luna estaba...

La luna estaba así:

Entera, como nunca,

Impasible, como siempre,

Y limpia, como tú.

 

Nos invadía,

Nos inundaba.

 

Estaba clara, tan clara,

Que se deshizo el cielo estrellado,

Entre sus fulgores,

Como yo deshice mis labios

Recorriendo tu espalda.

 

Estaba guardando,

Entre sus secretos,

La forma en que abandonamos

Nuestros pudores

Al filo del alba.

 

Nos invadía,

Llenaba cada espacio,

Cada rincón celular

Con su tímida luz

Y su tibia mirada.

 

Mis ganas de derramaban en ti

En tu cuerpo de maga,

En tus pies,

Que marcan pasos de nostalgia,

En tus risas, en tu llanto,

En todo lo que tú eres y no, a veces,

Y en todo lo que tienes

Y en ese vacío que te falta.

 

Nos invadía,

Como el vendaval helado

Sobre los cuerpos desnudos,

Y las caricias marcadas.

 

La luna estaba así:

Clara, tan clara,

Como tus gestos,

Tus piernas aladas.

Como la palabra que se pierde

Entre tanto gemido,

Y el silencio que germina

Entre tanta mirada.