Cecill Scott

Poema

Elipsis

 

Existencia de ideas abandonan mi mente

enlazada a la falúa poética, negra y afónica,

con bordes teñidos de tristeza y honda nostalgia

en donde serpentea el silencio de sombra a oscuridad.

 

Una hoja en blanco se derrama bajo mi cuerpo

y la luz de una lamparilla dibuja la sombra

de los recuerdos amargos que deambulan,

de vértice en vértice, sobre los montes de mis memorias.

 

Silencio, silencio…silencio que adormece mi mente

estremeciendo mi cuerpo como caldera en emisión

derramando su escoria violenta en mi corazón

y lacerando las llagas ensangrentadas por tu dolor.

 

El verde valle ya no brilla cada alborada,

la espesa bruma llegó para quedarse y asentarse

en los faldeos de los montes cegando mi visión

y cerrando mis oídos a todo entendimiento.

 

Elipsis de deseos de vida eterna y duradera

confluyen en instantes por expidas de luz parpadeante

que llegan como ráfagas huyendo en soplos de lamentos

vertidos por mis ojos enrojecidos e hinchados.

 

Me adormezco en el pecho de Hemingway navegando

en la barca del viejo y el mar recordando mi vida pasada;

me siento cansada, sin suerte y con las fuerzas

evaporadas para continuar con mi misión.

 

Silencio, silencio…silencio negro y fuliginoso

que corta el aire enmohecido erigido por el rocío moribundo

despedazando la noche y lapidando los sentimientos

de un corazón vacío que no tiene por quién latir.

 

 

 

 

Cecill Scott.

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