gaston campano

Era ella

Tenía una cabellera negra

como el profundo mirar de sus ojos

la luna palidecía alumbrando sus antojos,

era la primavera llegando hasta la puerta

Las aguas de su mar quietas

como las sombras de las aves yertas.

Era esa su silueta

Donde la vida se adivina.

Era esa mujer serena

mirando hacia el poniente,

donde el sol viajaba constantemente

El alba de sus auroras

entre los montes suaves

de sus pequeños senos,

de palpitar inquieto

con piel tersa y morenos,

tenia para sus sueños

el respirar tranquilo

esperando que llegara

a dominar sus destinos.