Perdona la suavidad de mis labios,
De mi boca, de mi hablar,
Pero no quiero con rudeza penetrar el silencio,
Que con ternura nos absorbe,
Callando palabras inútiles, vacías e insípidas,
Que salen de los labios comandados por “la razón”,
Que sin razón real, oculta, calla y ahoga
Ese lenguaje que importa,
Aquel lenguaje que se siente,
Que traspasa este silencio con delicada suavidad,
Que lo recorre y se desliza sobre y con él,
Por el espacio, hasta llegar de corazón a corazón
Y de latido a latido con ansia,
Llevando y pidiendo esas palabras que del
Corazón emergen, dicen una y mil veces…Te amo